TINTE Y PERMANENTE DE PESTAÑAS

La importancia de unas pestañas impecables no es solo estética; también es una cuestión de salud, pues son las encargadas de evitar que entren en los ojos objetos extraños y polvo, así como infecciones. Sin embargo, en ocasiones no dedicamos a nuestras pestañas el cuidado que requieren y el resultado suele ser unas pestañas frágiles, quebradizas y poco pobladas.
La cosmética tradicional nos ofrece muchas variantes, que nos promete los efectos más impactantes: unas pestañas larguísimas, pobladas, curvadas y con un intenso color que nos dotará de una mirada más profunda y atractiva. Por desgracia, la realidad es que no logramos conseguir que el efecto sea tan impactante y, si lo conseguimos, nos dura solo unas horas.
La permanente de pestañas es una técnica aún no muy utilizada, pero que poco a poco va ganando adeptas. Si se realiza con todas las garantías sanitarias para proteger tus ojos, puede resultar una excelente opción para lucir unas pestañas formidables.
La permanente se realiza únicamente en las pestañas superiores.
La técnica consiste en adherir a las pestañas unos bigudíes del tamaño deseado con un pegamento especial. El tamaño de los bigudíes depende del efecto que se quiera conseguir, si más natural o más espectacular. A continuación, se aplica sobre las pestañas un producto para rizarlas dejándolo actuar no más de 15 minutos, pues podría ser peligroso para las pestañas y finalmente, se retiran los bigudíes.
TINTE DE PESTAÑAS
El tinte de pestañas es una opción muy cómoda frente al maquillaje diario. Se puede realizar también tras la permanente y puedes elegir el color que más te favorezca. Con el tinte consigues unas pestañas más intensas, más largas y más definidas y te verás como recién maquillada nada más despertar. Es, al igual que la permanente de pestañas, un tratamiento temporal con una duración de unos 2 meses.